martes, 12 de marzo de 2013

Un triste resumen del último mes



Un día cualquiera mi padre dice, trabaje, trabaje que esta echo un gañan, trabaje para que coja peso en esas huevas, y entonces yo pienso en tres cosas:

Primero, ¿qué carajos es un gañan?

Segundo, ¿coger  peso en la huevas, acaso mis testículos son de helio?

Tercero, ¿será que mi padre no pude pasar ni un solo día sin joderme la vida?

Y en se orden descubro que:

El significado de gañan es: mozo de labranza u hombre basto (me quedo con la primera opción, me suena más bonito).

El peso promedio de un testículo es de treinta gramos (mis huevitos no pesan mucho, pero pesan algo).

Por ultimo descubro que no, que mi padre no dejara de joderme la vida un solo día.

Y como mi padre nunca, pero nunca, nunca-mente dejara de joderme la vida, ni un solo día, decidí que yo, el mozo de labranza, el joven de huevitos ligeros, emprenderá una lucha subterránea, una revolución kamikaze, una campaña furtiva en contra de mi padre, en contra de su necesidad de joderme la vida, yo el mozo de huevitos ligeros, he decidí no dejarme joder la vida de mi padre, y no dejarme joder implica que tendré que joder a mi padre, y eso es algo que me gusta, porque para joder a mi padre basta con decir, padre el trabajo a los diez y seis años, en este país se considera ilegal, y entonces mi padre grita, ILEGALNIQUEHIJUEPUTAS, respira y sigue gritando, PONGASE ATRABAJARVAGOGAÑANDEGENERADO, y dice todo así, pegadito, con mucha rabia en las palabras, y con mucha rabia sale de mi cuarto, grita cosas que yo no entiendo, cosas que me importan un culo, cosas como, MARIELAESECHINOGRANBLA, BLA, BLA, BLA,        porque mi padre en el fondo es eso, es mucho bla bla bla, mucho me importa una mierda lo que usted piense, me importa un rábano lo que quiera hacer, en esta casa se hace lo que yo diga, y como se hace lo que él diga, yo termino trabajando durante un mes en una panadería fransesaaaaa, que se llama Baker Bakers, donde vende un pan muy pero mucho muy fino, donde la gente cree que toma un café muy pero mucho muy gourmet, pero la verdad es que el pan ni es fino, ni el café es gourmet, ni la panadería es francesa, solo es el “súper mega espectacular negocio” que monto un señor llamado Eisner Alfredo Rincón Castillo, amigo de mi padre, socio de mi tío el cafetero, el tío cafetero que es dueño de un par de lotecitos, dueño de un montón de vaquitas y que tiene mucha pero mucha platica, platica con la controla el negocio del señor Eisner, controla los negocios de mi padre, controla la mercancía de la tía que vende calzoncillos en “Sanandrecito de la 32”, controla, controla, controla y tanto control le caga el orgullo a mi tía, le caga el orgullo a mi padre, y mi padre bien cagado que esta solo puede gritar, gritar y ponerme a trabajar, trabajar en un lugar donde todo, todito todo sabe a mierda, mierda el café, mierda el pan, mierda el puto nombre no francés, y a pesar de toda la mierda yo pongo carita de felicidad y pienso y digo,  que mierda tener que trabajar.

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